Esta exposición temporal muestra el floreciente período que vivió la ciudad de Orihuela durante la Baja Edad Media como segunda ciudad en importancia del antiguo Reino de Valencia. A través de distintas piezas pétreas de carácter arquitectónico y escultórico podemos conocer con detalle el trabajo de arquitectos, escultores y canteros en los distintos edificios religiosos que se erigieron durante el Gótico en la ciudad medieval de Orihuela para sustituir los antiguos lugares de culto islámico. Estos talleres artísticos tuvieron su continuidad durante el Renacimiento y el Barroco, aspecto que pone en evidencia la relevancia de Orihuela como núcleo artístico del Sureste Español.
I. LA RECONQUISTA DE ORIHUELA
A partir del siglo XII, los reinos cristianos; León, Castilla, Portugal, Navarra y Aragón, iniciaron una progresiva expansión sobre el mundo andalusí, conquistando Mallorca, Valencia, Murcia y Andalucía occidental.
Entre los años 1233 – 1245, el rey Jaime I, lideró la conquista de las tierras orientales de Al – Andalus (sharq al – Andalus) estableciendo en 1240 el reino de Valencia (Regnum Valentiae), creando señoríos, repartiendo tierras a los campesinos, fundando o reconstruyendo ciudades e introduciendo una sociedad feudal que permanecerá durante toda la Baja Edad Media y hasta la Edad Moderna.
A partir de 1243 y tras el Pacto de Alcaraz, Orihuela fue un gobierno musulmán con un contingente militar en el Castillo y bajo protectorado castellano, documentado hasta 1249 – 1250 y conocido como wizzara isamiyya, donde se permitió a los musulmanes que siguieran en la ciudad. Así permaneció hasta 1264, cuando los mudéjares murcianos con el apoyo de nazaríes y norteafricanos se sublevaron contra el dominio cristiano. La guarnición cristiana se vio sorprendida y defendió con bravura las torres y murallas del castillo en clara situación de inferioridad. Ante esta situación, el ya rey Alfonso X el Sabio ocupado en combatir la sedición en Andalucía no tuvo más opción que solicitar la ayuda de su suegro -Jaime I el Conquistador- para sofocar la insurrección murciana.
Entre 1265 y 1266 el conquistador al frente de su ejército aplastó la rebelión y liberó a Orihuela. La estancia de Jaime I y de toda su corte en Orihuela se prolongó desde diciembre de 1265 hasta finales de enero de 1266. Es el momento de la verdadera reconquista de la ciudad, cuando se inicia el proceso de cristianización del territorio con la rápida articulación de una organización y estructuras diferenciadas del Islam, donde su principal órgano de gobierno, el concejo, ya estaba constituido en el año 1265. Las mezquitas fueron transformadas al culto cristiano y el territorio urbano islámico se articuló en parroquias como medio para la evangelización de la urbe.
A raíz de la recuperación de la ciudad arrancan los repartimientos de tierras y su colonización, surge la leyenda de la Armengola como mito fundacional de Orihuela y en base al hecho de armas del castillo acaecido en la revuelta mudéjar, es el inicio de una fecunda historia marcada por el carácter fronterizo y estratégico de la ciudad, y por problemas seculares como el pleito del obispado y la rivalidad con Murcia. Orihuela superó todas las dificultades y se situó como capital de gobernación y segunda ciudad en importancia del antiguo Reino de Valencia tras la capital valentina, en sede episcopal como centro religioso de la instaurada diócesis de Orihuela (1564) y única sede universitaria en el mediodía valenciano.
II. EL ARTE GÓTICO
Los conquistadores se encontraron con una ciudad caracterizada por la presencia del edificio más emblemático del Islam, la mezquita. Estos inmuebles serán en un primer momento consagrados al culto cristiano y habilitados para su uso litúrgico.
Las antiguas mezquitas serán remplazadas por los nuevos templos cristianos, aprovechando durante los primeros momentos de la repoblación la abundante mano de obra de su población mudéjar, los musulmanes que se habían convertido al cristianismo para no ser expulsados de la ciudad. Esta situación conllevó la fusión del arte gótico traído por los nuevos pobladores con la tradición local islámica dando origen al estilo gótico mudéjar. En Orihuela, disponemos de un interesante ejemplo, la puerta de las Cadenas (s. XIV) de la Catedral de Orihuela, en origen la parroquia de San Salvador y Santa María, caracterizada por el arco polilobulado de su acceso de clara influencia mudéjar y que denota el empleo de artistas de origen árabe en los inicios de la construcción del futuro templo catedralicio.
La futura Catedral se iniciará entre los años finales del siglo XIII y los primeros del s. XIV, con la construcción del primer cuerpo de su torre campanario compuesto por una estancia en su base, un tramo de escalera de caracol y otra sala que tenía la función de prisión. Durante la primera mitad del siglo XIV se comenzaron a construir las tres naves del templo tal como fue configurado en el diseño primitivo, cuestión muy significativa y que evidencia las aspiraciones tempranas de Orihuela para lograr la creación de un obispado propio, ya que este esquema es propio de colegiatas y catedrales. El período constructivo está marcado por la presencia del escudo de Pedro IV “el ceremonioso” situado en la clave de la bóveda del primer tramo de la nave central, y, por tanto, con una cronología relativa que podemos situar en torno a 1336 – 1387.
Con posterioridad a esta intervención se construyó también en el siglo XIV la citada Puerta de las Cadenas, que motivó una alteración con respecto al eje longitudinal del templo produciendo una descentralización con la erección de la nueva portada, que por diversos errores de cálculo quedó inacabada. Una tercera fase constructiva corresponde a la construcción de la Puerta del Loreto, una portada abocinada en cuyas arquivoltas se sitúan una serie de esculturas de ángeles músicos de notable interés. Estas nuevas mejoras constructivas están relacionadas con el nuevo rango del templo como iglesia colegial (1413). La iglesia medieval quedó finalizada a finales del siglo XV con la construcción del altar mayor y la girola.
Al contrario que la parroquia mayor los dos restantes templos parroquiales, dedicados a las Santas Justa y Rufina, devoción enraizada con la leyenda de la reconquista de la ciudad, y a Santiago el Mayor, se diseñaron con una sola nave y capillas laterales situadas entre los contrafuertes. Destaca en la primera de ellas la torre campanario gótica donde se conserva el primer reloj público que tuvo la ciudad. Mientras, la parroquial de Santiago sigue el modelo de gótico mediterráneo de iglesia de una sola nave con capillas entre contrafuertes, que debió tener un presbiterio recto, sustituido en el siglo XVI por la monumental capilla mayor renacentista.
III. ARQUITECTOS, MAESTROS DE OBRAS, ESCULTORES Y CANTEROS
A finales del siglo XV la Orihuela medieval vive un momento floreciente, tras conseguir la elevación del rango de colegiata para la iglesia del Salvador (1413), el título de ciudad (1437), el vicariato general, y un primer conato de independencia eclesiástica de la diócesis cartaginense. La pujanza económica del final del medievo posibilitó que se culminaran las obras de los principales templos de la ciudad.
Este período está marcado por la presencia del arquitecto natural de Gerona Pere Compte, avecindado y formado como arquitecto en Valencia, una de las figuras clave de la arquitectura gótica valenciana del siglo XV, sin duda el período de mayor proyección internacional de la historia del antiguo reino valenciano. Pere Compte desarrolló su actividad entre 1454 y 1506, fundamentalmente en la propia capital, aunque también ejerció su labor en otras ciudades importantes como Tortosa, Zaragoza, Gandía y la propia Orihuela.
Sus principales obras documentadas son la Lonja de Valencia, declarada Patrimonio de la Humanidad, la catedral de Valencia (Arcada Nova), las desaparecidas torres del Portal Nou, el almudín de la ciudad, el Estudi General o el crucero de la Catedral de Orihuela. También intervino en las catedrales de Tortosa, Zaragoza y en los palacios de los duques de Gandía y del obispo de Tortosa en Valencia. En este período se prospera el moderno arte de corte de piedras que alcanzó a un grado notable de perfección que tendrá en Pere Compte a uno de sus máximos exponentes. Orihuela fue uno de los grandes talleres en los que se desarrolló junto a otros lugares como la Capilla Real y la Lonja de Valencia,
En 1505, el arquitecto Pere Compte realiza las trazas del crucero de la Catedral de Orihuela, una audaz solución constructiva, sustentada sobre dos pilares y un amplio arco toral que la recorre con nervios torsos de sección helicoidal. Con ella se logró crear un espacio más amplio, lleno de luz y atmosfera, en el contexto de las aspiraciones a la catedralidad y la necesidad de un templo con mayor capacidad, acorde con el rango de colegiata y futura Catedral. De gran relevancia es la puerta principal de la iglesia parroquial de Santiago de Orihuela, plenamente adscribible a Pere Compte, quién desarrolló a partir de las obras de la lonja de Valencia, una serie de portadas formadas por arcos conopiales dispuestos entre estirados pináculos y rematados en una cruz. En la misma línea destaca la ventana flamígera de la fachada septentrional de la seo oriolana.
En este intenso proceso constructivo participaron no sólo arquitectos y maestros de obras sino también escultores y canteros que trabajaron la piedra para crear imágenes religiosas bien exentas o en relieve, destacando en este último caso los capiteles historiados presentes en las tres iglesias parroquiales históricas de Orihuela. A su vez, desarrollaron motivos arquitectónicos como es el caso del rosetón que se presenta en esta exposición, procedente de la iglesia de Santiago de Orihuela, así como gárgolas, elementos que tenían una función práctica para el desagüe de las cubiertas de los templos, pero también simbólicas.
Texto:
Dr. Mariano Cecilia Espinosa (Universidad de Murcia)
Dra. Gemma Ruiz Ángel (Universidad de Murcia)
Comisarios:
Dra. Gemma Ruiz Ángel (Universidad de Murcia)
Dr. Mariano Cecilia Espinosa (Universidad de Murcia)
Secretaría técnica:
Doña Paula Martínez Gálvez (Universidad de Murcia)
Equipo técnico:
Don José Luis Gea Paredes (Universidad de Murcia)
Don Fernando López (Universidad de Alicante)
Alba Mula Pérez
Álvaro Marín Villodre
Amalia Pascual del Riquelme Verdejo
Ana Gozález López
Azucena Cabrera Seva
Elisabet Zaragoza Gálvez
Fernando López Gálvez
Jesús Sánchez Balaguer
Jorge Molera Ródenas
José Luis Gea Paredes
José Ramón García Cañizares
Julia Caparrós Molina
Marta Gamero García
Montse Vélez Borraz
Rocío Martínez Vicente
Tamara Lorenzo Madrid
Tomás Escolano Fuentes
Comité científico
Dr. José Antonio Martínez García (Museo Diocesano de Arte Sacro de Orihuela)
Dr. Mariano Cecilia Espinosa (Universidad de Murcia)
Dra. Gemma Ruiz Ángel (Universidad de Murcia)
Dr. Pablo López Marcos (CEART – UM)
Catálogo de la exposición
Galería fotográfica
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