EXPOSICIÓN TEMPORAL: MIRADAS AL CIELO. EL ORATORIO DE GUILLEM DE MATARREDONA
Lugar: Museo Diocesano de Arte Sacro de Orihuela. Sala 0. Antigua cochera de Palacio.
Fecha: 7 de septiembre de 2024 – 6 de diciembre de 2024.
Organización:
Museo Diocesano de Arte Sacro de Orihuela. Dr. José Antonio Martínez García.
Concejalía de Cultura. Excmo. Ayuntamiento de Orihuela. Dr. Gonzalo Montoya Alcocer.
Comisarios:
Dra. Gemma Ruiz Ángel (Universidad de Murcia/ Museo Diocesano de Arte Sacro de Orihuela)
Dr. Mariano Cecilia Espinosa (Universidad de Murcia/ Museo Diocesano de Arte Sacro de Orihuela).
Comité Científico:
Dr. José Antonio Martínez García (Museo Diocesano de Arte Sacro de Orihuela)
Dra. Isabel Durante Asensio (Universidad de Murcia)
Dr. Gregorio Canales Martínez (Universidad de Alicante)
Dra. Gemma Ruiz Ángel (Universidad de Murcia)
Dr. Mariano Cecilia Espinosa (Universidad de Murcia)
Dr. Pablo López Marcos (CEART – UM, Centro de Expertizaje de Arte, Universidad de Murcia)
Verónica Minocci (Florencia, Italia)
Paula Martínez Gálvez (EIDUM, Universidad de Murcia)
José Luis Gea Paredes (EIDUM, Universidad de Murcia)
Equipo técnico:
Montse Vélez Borraz
Elisabeth Zaragoza Gálvez
Montaje:
Orihuela Cultural S. L.
Transporte:
Excmo. Ayuntamiento de Orihuela.
En esta exposición temporal se expone por primera vez una pieza inédita, desconocida por la historiografía, un mobiliario de carácter religioso de notable interés por su tipología, su funcionalidad y por sus características histórico – artísticas. Este oratorio procede de la parroquia de la Transfiguración de Ibi (Alicante), aunque originalmente se encontraba en la ciudad de Orihuela, en la casa del prebendado de la Catedral oriolana Francisco Guillem de Matarredona. El equipo técnico del museo ha descubierto su historia, ha determinado su cronología y ha situado la pieza en el contexto artístico del Barroco oriolano. Una de sus particularidades es la conservación en su interior de una pintura desconocida de la patrona de la ciudad, Nuestra Señora de Monserrate.
EL LUGAR MÁS SAGRADO DE LA CASA
Durante el Barroco, la devotio moderna, centrada en la piedad individual y la oración personal, tuvo un fuerte impacto en las prácticas devocionales domésticas y el uso de los espacios privados. Los oratorios, vinculados a los estamentos privilegiados de la sociedad, entre los que se encontraba el alto clero, se convirtieron en lugares dentro de la casa destinados a la oración y la contemplación.
Arquitectónicamente, estos oratorios podían ser habitaciones específicas o espacios temporales delimitados por cortinas u otros elementos. Estaban dotados con mobiliario litúrgico como reclinatorios, ajuares e imágenes escultóricas o pinturas, que enriquecían la experiencia religiosa en el hogar.
Además de servir a la oración individual, los oratorios también fueron símbolos de estatus social y religiosidad. A menudo, fueron muebles móviles, que podían abrirse y cerrarse para facilitar su transporte, al tiempo que garantizaban la adecuada conservación material y espiritual de las imágenes como si de un sagrario se tratase.
EL ARMARIO ORATORIO DEL PREBENDADO FRANCISCO GUILLEM DE MATARREDONA
Este armario, utilizado como oratorio doméstico para venerar a la imagen de Santo Tomás de Villanueva, fue propiedad de la familia Guillem de Matarredona y Buitrago. A ella pertenecían dos hermanos sacerdotes: Carlos, canónigo magistral de la Catedral de Orihuela, fallecido en 1735, y Francisco, prebendado de la misma Catedral y heredero universal de los bienes de su hermano. los cuales incluían propiedades en Ibi, su lugar de origen.
El armario oratorio perteneció a Francisco Guillem de Matarredona, contiene emblemas heráldicos que refieren a los apellidos familiares. Su datación se establece por las características estilísticas y por la pintura de la Virgen de Monserrate que se conserva en su interior, que no lleva al niño en la representación, lo cual corresponde al período en el que esta imagen estuvo en posesión del Marqués de Arneva (1748-1796).
La inclusión de una escena dedicada a San Francisco de Asís refuerza la vinculación de la pieza a Francisco Guillem, quien mandó plasmar en su interior sus devociones más queridas: a Nuestra Señora de Monserrate y a San Francisco de Asís en pintura, mientras que la imagen principal, de carácter escultórico, fue Santo Tomás de Villanueva. Francisco Guillem falleció el 12 de mayo de 1763, por lo que la pieza debe fecharse entre 1748 y 1763.
La pintura inédita de la Virgen de Monserrate que se muestra en el armario es similar a dos obras del mismo tema pintadas por Antonio Villanueva; una de ellas se expone en la Sala de Arte del Siglo XVIII de este museo, y la segunda pertenece a la colección privada de la familia Balaguer.
Dr. Gemma Ruiz Ángel
Dr. Mariano Cecilia Espinosa
Universidad de Murcia
