En esta obra se representa el encuentro entre el papa León Magno con Atila, el rey de los hunos, en el año 452, cuando había invadido el norte Italia y había amenazado la ciudad de Roma. Es el triunfo de la Iglesia frente a los bárbaros, una vez que las tropas del papa habían repelido a los hunos y forzado su retirada en el río Mincio, cerca de Mantua, escenificada en Atila postrado ante el Santísimo Sacramento.
Esta obra de procedencia flamenca y atribuida tradicionalmente a Forchondt, está pintada al óleo sobre cobre, un material empleado frecuentemente por los artistas flamencos durante los siglos XVI y XVII. En cuanto a las características formales de la obra se pueden apreciar un trazo minucioso, colores vivos, brillantes y elementos propios de la pintura flamenca, en concreto, la influencia de la obra de Rubens, como son el gusto por el movimiento y por el color, así como el dinamismo de los personajes.