Este tipo de cálices eran donaciones que el rey proporcionaba a templos e iglesias durante el día de la Epifanía. Por lo general, el destino de estas piezas eran aquellos lugares que las necesitasen o que mantuviesen una estrecha relación con la Familia Real. En este caso, el cáliz se realizó durante el reinado de Felipe V, tal y como reza la inscripción que aparece en la base del mismo: »PHILIPUS V D G HISPANIARUM REX VIRTUTE DE PROTECTIONE».