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Retablo de Santa Catalina

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El retablo de Santa Catalina de la catedral de Orihuela es la obra cumbre en el arte de Andrés de Llanos y una de las principales manifestaciones del Renacimiento en los territorios de la antigua Diócesis de Cartagena. El retablo en si es una composición monumental de tres calles en cuya pieza central se representa a Santa Catalina Mártir con los elementos de su martirio: la espada y la rueda. Un elemento característico de esta pintura es el fondo, ya que un muro cubre mitad de la escena, una solución muy utilizada en la pintura florentina de finales del siglo XV y principios del XVI, solo abierto a un escarpado paisaje por el lado derecho de la Santa. Estos elementos italianizantes, como la postura de la Santa o el tratamiento de sus vestiduras, no hacen más que confirmar que su autor pertenecía a la escuela creada por Hernando de Llanos en Murcia, ya sea obra de su sucesor y hermano Andrés de Llanos o del continuador de su estilo, y propuesto por los historiadores Pérez Sánchez y Hernández Guardiola, Juan de Vitoria. Sobre la figura de Santa Catalina vemos la representación de San Pablo en el centro; San Cristóbal y Santiago el Mayor a ambos lados de la misma; y bajo estas dos escenas del martirio de la Santa. En las polseras, el artista presenta las figuras de San León Magno, San Agustín, San Ambrosio y San Girolamo. El conjunto se encuentra rematado por un ático con la Crucifixión y en el guardapolvos o cornisa del retablo la representación deel padre Eterno, Santa Ágata, Santa Agencia y Santa Ifigenia. En el banco, parte probablemente realizada por otro artista con menor conocimiento del espacio pictórico, vemos a Jeremías, Isaias, Cristo sostenido por dos ángeles, Daniel y Ezequiel. En las pinturas de nuevo vemos la adaptación de los modelos precedentes: la santa titular es una reinterpretación libre de la Santa Catalina del Museo del Prado, atribuida generalmente a Yáñez de la Almedina en solitario pero que nosotros consideramos obra conjunta de los Hernandos. En esta escena incluye de nuevo el templete, una solución que como vemos es común en la producción de Andrés de Llanos. Los personajes de San Cristobal y Santiago el Mayor son tomados de nuevo de los grabados de Durero, mientras que el verdugo que ajusticia a Santa Catalina viene tomado de un modelo de la Matanza de los Inocentes del pintor de Urbino, Rafael, transformado en grabado y difundido por toda Europa por Marcontonio Rainaldi en los primeros años del siglo XVI, elemento que también veremos con una calidad inferior en la obra de Juan de Vitoria.

Dr. Pablo López Marcos

Ceart UM


Bibliografía:

López Marcos, Pablo. La pintura renacentista en la antigua Diócesis de Cartagena (1514 – 1570), tesis doctoral, Departamento de Historia del Arte, Universidad de Murcia, pp. 293 – 295.