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Sagrada Familia

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Esta representación de la Sagrada Familia es un claro ejemplo del estilo tardo – renacentista que predominaba a finales del siglo XVI en Orihuela. Anteriormente atribuida al taller de Juan de Juanes, gracias a la investigación realizada por el Dr. Pablo López Marcos se ha podido confirmar como obra de Jerónimo de Córdoba.

La figura más importante en la pintura del Levante español durante el siglo XVI fue Hernando de Llanos, colaborador de Leonardo Da Vinci en Italia y posteriormente el encargado de trasmitir la influencia de su técnica por las provincias valencianas. Tras la muerte de este pintor, otros artistas continuarán su técnica adaptándola a la moda del lugar. Durante este periodo de tiempo, Murcia se establece como capital de servicio a otras comunidades vecinas, entre las que se encuentra Orihuela. De este modo, a finales del siglo XVI una nueva generación de pintores relevará a los discípulos de Hernando de Llanos, utilizando una técnica diferente. Entre ellos, se encuentra Jerónimo de Córdoba.

Este pintor nació en torno a 1537 en Valencia, ingresando en 1553 en el taller de Juan de Juanes y finalizando allí sus estudios seis años más tarde. Tras obtener su formación y como consecuencia de la saturación de artistas que había en Valencia, hacia 1562 se trasladará a Murcia en busca de trabajo. Por lo tanto, será el único discípulo reconocido de Juan de Juanes que promueva su técnica y enseñanza en el Sudeste español. Será en esta ciudad donde contraiga matrimonio con su segunda esposa, dando lugar al nacimiento de Marina de Córdoba, que a su vez se convertirá en la esposa de Pedro Monte de la Isla, el maestro mayor de obras en la Catedral de Murcia. Así, Jerónimo de Córdoba no solo obtendrá reconocimiento por sus labores propias, sino también por sus lazos familiares con personas muy influyentes en la época. Fruto de este reconocimiento, dispondrá de un taller propio en el que se formarán artistas como Jerónimo Ballesteros.

Establecido en Murcia, se encargará de abastecer de manera paulatina a la ciudad de Orihuela; que en ese momento (finales del siglo XVI) estaba camino a convertirse en un importante centro artístico capaz de realizar encargos a figuras tan reconocidas como Jerónimo Quijano. La primera aparición de Jerónimo de Córdoba en los documentos oriolanos datan en 1563, cuando se le encarga la realización del retablo de Santa Lucía para el Convento de la Trinidad. Junto a esta obra, recibe un alto número de encargos para la realización de retablos similares, pero la mayoría de ellos hoy se encuentran desaparecidos. En cualquier caso, Jerónimo se va abriendo paso entre las familias principales de Orihuela, especialmente en aquellas que buscaban una decoración para sus capillas devocionales. En algunos de estos encargos se cree que pudo trabajar junto a Artus Tizon, pero no hay fuentes que lo confirmen. Ambos artistas empleaban una técnica similar a obra de Juan de Juanes, por lo que en ocasiones es difícil distinguir sus trabajos.

En cuanto a la representación de la Sagrada Familia que se conserva en el Museo Diocesano de Arte Sacro de Orihuela, las similitudes de la técnica pictórica con el estilo de Juan de Juanes; junto al reciente descubrimiento de dos inscripciones en el reverso de la tabla, han permitido su atribución a Jerónimo de Córdoba. Los rasgos estilísticos procedentes de Juan de Juanes se aprecian especialmente en la composición, la fuerte presencia del simbolismo religioso y la realización de las figuras protagonistas. En primer lugar, en la composición no aparece San Juan niño; pero incluye una pequeña ventana que amplia la profundidad de la escena, mostrando un paisaje que contiene una pirámide interpretada como la Pirámide de Cayo, una referencia al episodio evangélico de la Huída a Egipto. Desde el punto de vista iconográfico, los tres protagonistas de la escena aparecen coronados por una aureola, mientras la Virgen sostiene una fruta entre sus manos y el Niño hace lo mismo con una pequeña cruz, símbolo de la Pasión. Las tres figuras son similares a las representadas en la obra de Juan de Juanes: levemente ensimismadas, narices largas, ojos almendrados, párpados bajos y labios cortos.

La primera de las dos inscripciones que se han encontrado detrás de la tabla hace referencia a la procedencia de la obra. En ella se puede leer »MERSE», por lo que la obra está directamente relacionada con el Monasterio de la Merced de Orihuela, el actual Museo de la Semana Santa. Se conserva el contrato que Arnau Rosell firma en 1581 para realizar el encargo de la decoración de su capilla privada en dicho monasterio. En él, exige un retablo de grandes dimensiones compuesto por tablas centrales dedicadas a la vida de San Francisco, un ático presidido por la imagen de la Crucifixión de Cristo acompañado de la Virgen y San Juan y las calles laterales decoradas con los Padres De la Iglesia. Sería en las tablas inferiores donde se menciona la presencia de la Sagrada Familia, especificando una iconografía similar a la previamente comentada. Por otro lado, la segunda inscripción se encuentra en la parte superior del travesaño de refuerzo, e indica el lugar en el que debía de colocarse la obra; el altar dedicado a San Francisco. Se conoce que la decoración de este altar se encargó a Jerónimo de Córdoba con el fin de ensalzar la figura de Francés Rosell, el patriarca de la familia.

De este modo, a pesar de que el legado material de Jerónimo de Córdoba es bastante reducido, la Sagrada Familia se le ha podido atribuir gracias a la investigación documental y las inscripciones localizadas en la obra. No obstante, Jerónimo de Córdoba sí dejó un legado técnico, ya que incluso tras su muerte seguirá siendo un ejemplo a seguir en el Sudeste español. Actualmente se le considera uno de los más importantes representantes del Renacimiento tardío en Orihuela, siendo capaz de adaptar las enseñanzas de Juan de Juanes a las corrientes artísticas del territorio en el que trabajaba.

 

Amalia Pascual del Riquelme Verdejo

Rocío Martínez Vicente

Museo Diocesano de Arte Sacro de Orihuela


Bibliografía:

  • Hernández Guardiola, L. (2014). La estela de Juan de Juanes en el sureste español: el pintor Jerónimo de Córdoba (1537-1601).