La Adoración del Niño Jesús es, sin lugar a duda, la tabla renacentista que más variaciones ha sufrido en la colección por el paso de los años. Cortada hasta el extremo de la desaparición de la figura del Niño, el informe de restauración de la tabla durante la década de 1980 evidencia las profundas intervenciones de la que fue objeto. Los rostros de la Virgen y los tres ángeles resultan hoy en día ilegibles desde un punto de formal. Distinta fortuna han sufrido los pastores y san José, en los cuales se ven las características de la pintura de Andrés. Otro elemento a considerar es su dependencia a los modelos de Durero. En este caso la estructura de la parte izquierda y la figura del ángel, parcialmente perdida, viene construida directamente a través de la interpretación del grabado de la Adoración de los Reyes Magos de 1503. Por lo tanto, estas pinturas deben considerarse como partes componentes de un mismo retablo atribuible a la primera fase pictórica de Andrés de Llanos en solitario en consonancia estética con las obras de Caravaca, donde se demuestra la interpretación de los modelos de Hernando por su hermano Andrés en solitario.
Dr. Pablo López Marcos
CEART – UM
Universidad de Murcia
López Marcos, P. La pintura renacentista en la antigua Diócesis de Cartagena: 1514–1570, de https://digitum.um.es/digitum/handle/10201/112705
